El estudio del universo y otros planetas, asà como el
descubrimiento de vida extraterrestre, ha sido uno de los retos de la humanidad.
Existen varios proyectos SETI (Search for ExtraTerrestrial Intelligence) que lo
que tratan es encontrar evidencias de vida extraterreste inteligente por medio
del análisis de señales electromagnéticas capturadas desde espacio con diferentes
radiotelescopios, es decir, analizando
cantidades ingentes de datos (ruido) para encontrar patrones o señales
inteligentes. También se está buscando en planetas, seleccionados por sus condiciones, acerca de
la posible existencia de agua, indicios de vida orgánica, bacterias etc.
¿Vida
intracorporal?
Giulia Enders, cientÃfica y autora del libro “La digestión es
la cuestión”, indica que, al igual que
nuestro planeta (¿o el universo?), los
humanos también estamos habitados y quienes hoy en dÃa quieran descubrir nuevos
continentes y pueblos deben explorar el pequeño mundo que se encuentra dentro
de nosotros mismos, y especialmente en el intestino ya que en ningún otro lugar
viven tantas especies y familias como en él.
El cuerpo está cubierto de microorganismos, esto es lo que se
denomina el microbioma o microbiota humano. El peso de las bacterias con las que
convivimos puede variar desde los 900 gramos e incluso hasta los dos kilos. La
mayorÃa de estas bacterias son beneficiosas y convivimos con ellas en una
relación de simbiosis necesaria. El conjunto de cada microbiota es caracterÃstico
de cada persona, pudiendo variar en función de muchos factores como la raza, lugar de residencia, la alimentación, estrés
etc. Se trata de pequeños ecosistemas de microorganismos con vida propia que se adaptan
a diferentes situaciones. Gran parte de
estas bacterias se encuentran en el intestino (en el colon suponen casi el 50%
en seco). Por lo general, una bacteria posee un par de miles de genes, y cada
intestino agrupa hasta 100 millones de bacterias.
No hay duda de que estamos habitados por microscópicos habitantes
que tienen funciones y comportamientos. ¿PodrÃa
considerarse vida inteligente?
“Si observamos a los seres
humanos más de cerca, constataremos que cada uno de nosotros es un mundo en sÃ
mismo. La frente es un pequeño prado bien ventilado, el codo es un terreno
baldÃo, los ojos son lagos salados y el intestino es el bosque más inmenso y
alucinante con las criaturas más increÃbles. Igual que los seres humanos
habitamos el planeta, también estamos habitados. Bajo el microscopio se pueden
distinguir perfectamente nuestros habitantes: las bacterias. Parecen pequeños
puntos luminosos ante un fondo oscuro.” - Giulia Enders
El estudio de estas
bacterias y su genética, proporcionará una información muy valiosa para
entender el funcionamiento del cuerpo humano, combatir enfermedades e incluso estudios
recientes lo relacionan con el estado de ánimo y el comportamiento ¿un pequeño
cerebro intestinal? (Algunos cientÃficos
defienden la teorÃa de que la microbiota de nuestro intestino puede
considerarse como un órgano).
¿Big Data y
Microbioma?
Giulia Enders reseña que el problema del estudio del microbioma
es el mismo que la generación Google tiene actualmente: formulamos una pregunta y 6 millones de fuentes nos responden al mismo tiempo. Es necesario crear paquetes inteligentes, clasificar de manera sustancial y
detectar patrones. Unos investigadores de Heidelberg estudiaron el paisaje
bacteriano y esperaban obtener una imagen de mezclas caóticas de todas las bacterias
imaginables y un montón de especies desconocidas, sin embargo, el resultado fue
sorprendente y, a pesar de la diversidad, se pudo distinguir un orden. Una de
las 3 familias bacterianas constituÃa mayorÃa en el reino de las bacterias. Y,
de este modo, el enorme caos de más de mil familias mostraba de repente un
aspecto más ordenado.
Gran parte del trabajo se basa en clasificación, buscar orden y en patrones de comportamiento, asÃ
como el manejo de gran cantidad de datos.
¿Nos suena? La información del microbioma se ajusta a las caracterÃsticas de un
Big Data ya que se trata mucho volumen
de información, con muchos orÃgenes, variedad, se genera de forma rápida y lógicamente se
necesita analizar en un tiempo razonable, velocidad,
y se obtendrá con ciertos márgenes de
error controlados y medidos, veracidad.
Desde el individuo, a sus ecosistemas, a los microorganismos y bacterias, hasta llegar a la composición
genética, el cientÃfico de datos ayudará en la clasificación, análisis detección
de comportamientos, simulaciones, predicciones etc.
Quizá parezca ciencia ficción, los trabajos están en sus
inicios y apenas se han detectado tipos de bacterias y ciertas clasificaciones,
sin embargo, se abren grandes posibilidades con el estudio de estos pequeños
ecosistemas con el soporte de las
herramientas de Big Data y el incremento de la potencia de computación
(¿ordenadores cuánticos?) que permitirán
un mejor análisis del microbioma detectando el origen de ciertas patologÃas asÃ
como nuevas formas de curación.
Guilia Enders – “La digestión es la cuestión”
Microbioma, tu nueva “huella digital”
"La relación entre cerebro e intestino es
fascinante"
Microbiota
meet big data
Big
data approach for correlating gut microbiota with epithelial methylation
pattern
El universo de las bacterias y el Big Data
Reviewed by Bloginnova
on
febrero 14, 2017
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