Acometer un
proyecto con tecnologías emergentes o que estén de moda suena muy bien. Solucionar
todas nuestras necesidades de negocio con Big Data, Blockchain, técnicas de Inteligencia
Artificial, Realidad Aumentada, Edge Computing, o incluso poner todo en la nube,
parece que es una buena apuesta a priori, sin embargo, desde mi punto de vista,
la mayoría de las veces no es así… Parece que con las soluciones software hay
más confusión y con lo físico (Hardware) suele estar más claro, y a nadie se le
ocurre introducir en la organización una flota de drones, robots, o dispositivos
IoT sin justificarlo y saber claramente que aportarán en la organización.
Análisis de la necesidad del negocio: ¿QUÉ?
Es fundamental realizar
un análisis profundo de los objetivos que se pretenden conseguir y realmente QUÉ
se necesita. En este punto debemos de abstraernos totalmente de las tecnologías
y deben participar sobre todo expertos del negocio y consultores o analistas. Debe estar
escrito y a ser posible siguiendo alguna metodología estándar.
Lo adecuado es
tener al menos un acta de constitución de proyecto donde se justifica el proyecto
(¿retorno de inversión?, ¿aspecto legal?, ¿lo tiene la competencia?, ¿crítico
para la operación? ¿bien general? etc.) así como realizar un estudio de
viabilidad económico considerando el coste del proyecto y la estimación de
costes de mantenimiento del ciclo de vida del producto o servicio implantado.
Diseño: ¿CÓMO?.
En este punto estudiaremos
como satisfacer las necesidades anteriores y es donde podremos estudiar que
tecnologías a aplicar para conseguir los objetivos anteriores. Se planteará si queremos
desarrollar a medida, usar alguna aplicación o servicio existente de mercado,
en la nube o no, integrarnos con alguna plataforma, estudio de tecnologías etc.
El estudio de viabilidad
anterior se podrá completar con estimaciones más aproximadas al conocer cómo
vamos abordar la solución (o un conjunto de alternativas para la decisión) y con
las tecnologías seleccionadas.
Lógicamente, para
realizar este diseño hay que conocer las tecnologías a aplicar y las
características específicas del producto, servicio o plataformas que queramos
usar. Por ejemplo, ¿precisamos un registro de transacciones distribuidas y
vendría bien usar cadena de bloques? ¿queremos información de análisis de datos
estructurado y no estructurado, con orígenes muy diversos y así implantar una
solución de Big Data? ¿habrá toma de decisiones automáticas o de asistencia al
humano y será adecuado definir algoritmos de machine learning? ¿tiene sentido incorporar
algún tipo de dispositivo inteligente, o software en los existentes, y aplicar técnicas
de Edge Computing?
Lo normal es que en los proyectos grandes de mucha inversión las decisiones sean tomadas por la dirección, pero deben de estar soportadas por estudios con conclusiones y resúmenes ejecutivos realizadas por técnicos.
En resumen, cuidado
con algunas prácticas comerciales e introducir nuevas tecnologías "con calzador" en
la organización. La tecnología debe de aplicarse correctamente, no por modas, y
además debe repercutir en beneficios en la organización. Se trata de una vieja
recomendación muchas veces olvidada, primero
debe analizarse siempre el problema para poder posteriormente estudiar como
encajará la tecnología (“La tecnología es lo último”).
La tecnología es lo último
Reviewed by Bloginnova
on
mayo 17, 2020
Rating:
